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La Importancia De Dormir Bien

La importancia de dormir bien

Tener que adaptarse a una nueva rutina, independiente de la realidad que nos toca a cada uno, nos produce una serie de emociones: angustia por el encierro, temor a enfermarnos o por el estado de salud de familiares y amigos, incertidumbre por la situación económica, laboral y social. Se multiplican los episodios de insomnio, nos terminamos yendo a la cama muy tarde o nos desvelamos de madrugada. Y si no dormimos ni descansamos bien, la sensación de angustia crece. Es un círculo vicioso.

Como afirma el especialista en higiene y calidad del sueño, doctor Eduard Estivill, en un artículo para el diario español La Vanguardia, “en los sueños siempre hay contenidos de lo que nos pasa durante el día. Si tenemos angustia, en los sueños se concentra todo, por eso no estamos descansando bien”.

Si ya veníamos con malos hábitos de descanso antes de todos los cambios que hemos tenido que enfrentar, la pandemia sólo los ha agravado. Sin embargo, hay pautas básicas. Ordenar el día ayuda a dormir mejor; establecer nuevas rutinas y mantener un horario, aunque no sea fácil compatibilizar el teletrabajo, la familia o el cuidado de los niños. También hay que respetar las horas de las comidas, hacer ejercicio físico regularmente y delimitar el horario laboral.

Pero más importante que el momento de meterse en la cama, son clave las dos horas previas. Se tiene que producir un proceso de desconexión gradual. Los especialistas recomiendan:

– Apagar todas las pantallas, sobre todo las de celulares, tablets y computadores, por el tipo de luz que emiten. También hay que dejar de informarse de noche sobre la situación diaria de la pandemia.

– Leer, escuchar música o hacer alguna actividad creativa son buenas formas de desconectarse. Si miras televisión, hazlo a una distancia apropiada y con una luz tenue.Ajustar el periodo de sueño al periodo de oscuridad. Nos podemos levantar de forma natural, abriendo la cortina para que entre la primera luz del día, e ir a dormir en la noche.

– El deporte, aunque sea en casa, ayuda a dormir. La alimentación, equilibrada, también.

– Aunque baje el nivel de actividad, se recomienda dormir entre siete y ocho horas.

Los malos hábitos, en una sociedad con falta de descanso antes del encierro, han facilitado el aumento en los problemas de sueño. Sin embargo, también podemos usar este tiempo como una valiosa oportunidad para establecer nuevos hábitos más saludables.

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