10 aprendizajes que hemos obtenido a dos meses del inicio de la cuarentena
La crisis global que estamos enfrentando no tiene precedentes, y afecta nuestra manera de vivir en todo nivel. Confinados en nuestros hogares, repetimos las frases “esto también pasará” y “nada volverá a ser como antes”, pero ¿con qué herramientas encararemos el nuevo escenario?
Tal vez, en vez de preguntarnos “¿por qué?” ocurre todo esto, la pregunta debiese ser “¿para qué?”. En este artículo los queremos invitar a reflexionar y extraer las enseñanzas positivas que nos ha dejado esta inédita situación.
1. Resignación
Fue una de las primeras cosas que aprendimos todos en esta crisis. Tuvimos que aceptar que el virus había llegado, que había que hacerle frente, y que la mejor forma de hacerlo era quedarnos en casa. Se canceló todo tipo de eventos y reuniones, tuvimos que entender y aceptar pacientemente, y comenzar a correr para adaptarnos.
2. Resiliencia
La RAE la define como la “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”. Sin duda, algunas personas tienen más capacidad de adaptación que otras, y es algo que todos hemos tenido que aprender un poco a la fuerza.
3. El cambio es la única constante
Todo lo que creíamos que era cierto, seguro, resultó no serlo tanto. Muchos de nosotros nunca imaginaron vivir una situación como esta, hasta que estalló la crisis del Covid-19 y nos obligó a encerrarnos en casa, parar la actividad económica y a temer los efectos de esta enfermedad desconocida. Es la oportunidad “perfecta” para internalizar el cambio y adaptarse. No hay opción.
4. Optimismo
¿Quién podría decir que no ha preparado una lista de cosas para hacer cuando todo pase? Ver más allá es parte importante de la adaptación que mencionamos en el punto anterior. Planificar cambios, proyectar, replantearse, son acciones que necesariamente surgen de una mirada optimista hacia al futuro.
5. Somos más conscientes de nuestro entorno humano
La distancia, no compartir espacios físicos de trabajo como estábamos acostumbrados, nos ha hecho más conscientes sobre los demás. Casi sin darnos cuenta, ahora sabemos con más detalle qué están haciendo nuestros compañeros de equipo, qué pueden necesitar, qué cosas pueden afectar su trabajo y en qué medida.
6. Nos volvimos más digitales
Es muy posible que estemos echando de menos ese papelito de color pegado en nuestra pantalla del computador de la oficina. Hasta podríamos visualizar su ubicación, pero no recordar su contenido. Quizás estamos dejando de depender del papel para recordarnos lo urgente y lo importante, y reemplazándolo por herramientas digitales que cumplen la misma función.
7. Lo importante que es poder vernos
Somos seres sociales, es la forma en que estamos programados. Y por supuesto que nos echamos mucho de menos. Y si bien las pantallas no reemplazan el contacto cara a cara, las video llamadas aportan un grado más de cercanía a la interacción, permitiéndonos analizar las reacciones de los demás y, en definitiva, entender y empatizar más.
8. Solidaridad
Se ve en cada barrio. La comunidad se organiza en beneficio de los más necesitados. Nos ofrecemos para ayudar a los vecinos del edificio. Estamos enfocando nuestras rutinas diarias de manera diferente, planificamos pensando más en los demás y aportamos ideas para complementar el trabajo de otros.
9. Creatividad
El confinamiento ha sacado a relucir nuestro lado más inspirado y creativo. Nos inventamos formas de ejercitarnos en casa, de romper la monotonía, de mejorar distintas facetas de nuestra vida. Este tiempo sirve para pensar en lo que estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo y qué resultados queremos obtener.
10. Organización (y reorganización)
Tras dos meses (y un poco más para algunos) de confinamiento, sin duda muchos hemos aprendido a reorganizar nuestras rutinas y horarios, dejando tiempo para el trabajo, el cuidado del hogar, las personas que queremos, tanto las cercanas como las que vemos online. Sin embargo, siempre es bueno evaluar cómo están funcionando nuestras estructuras y revisar alternativas.
Las preguntas persisten. ¿Cuándo terminará esto? ¿Cómo será la vida post Covid-19? ¿Volverá todo a ser como antes? Lo único claro es que las personas habremos cambiado para mejor, y que estaremos más preparados para enfrentar cualquier cambio que se avecine.
