Los sí y los no de las videollamadas efectivas

En tiempos en que las videollamadas se han convertido en la forma más usual de conectarnos con los equipos de trabajo, nuestros familiares o amigos, les compartimos algunas recomendaciones que nos ayudarán a generar cercanía con ellos para tener reuniones más efectivas.

Sí

Prueba tu cámara y micrófono con anticipación
Evita que los demás tengan que esperar mientras lo haces probando el funcionamiento de tus herramientas con anterioridad, en especial si estás usando un programa o un dispositivo nuevo.

Escoge una locación con buena iluminación
En lo posible, prefiere la luz natural, pero no directamente en tu cara. Un consejo útil: prueba también la imagen antes de comenzar, y lleva todo lo que necesitas. Así evitarás levantarte durante la reunión.

Preséntate antes de comenzar a hablar
Si bien este punto no es tan relevante en reuniones de equipos que tienen más cercanía, si lo es en caso de que la llamada sea sólo de audio, sin video, ya que no todos sabrán quien habla cada vez.

Víste apropiadamente (¡al menos de la cintura para arriba!)
Si quieres quédate en pantalón de buzo, pero prefiere las prendas que usarías en un día normal de trabajo para la parte superior, por si tuvieras que sostener una videollamada de sorpresa.

Silencia tu micrófono o reduce el ruido ambiental
Familiarízate con el botón “mute”, es una de las mejores prácticas para evitar interrupciones.

Advierte a las personas a tu alrededor que estás en una videollamada
Todos hemos oído historias sobre videollamadas de trabajo siendo interrumpidas, por ejemplo, por el ladrido de un perro, el llanto de un bebé o algún familiar que aparece de improviso frente a la cámara. Evita repetirlas avisando a quienes comparten el espacio contigo.

No

Comiences una videollamada ni la grabes sin avisar
Estos son pecados capitales de las videollamadas en el ámbito laboral. Para evitarlos, llama o envía un mensaje de aviso, y espera el acuse de recibo explícito de todos los participantes.

Te atrases
En sesiones remotas, la puntualidad es aún más importante. Organiza tus reuniones de 45 minutos, para tener espacio entre una y otra.

Dependas del lenguaje corporal para marcar tu punto
En lo posible, trata de reducir al mínimo los gestos corporales al hablar, pero si debes usarlos, explícalos verbalmente. No todos los ojos estarán siempre pegados a la pantalla.

Interrumpas cuando alguien más está hablando
Tanto en el mundo real como en las videollamadas, esto puede generar distorsión en el audio y confusión en los interlocutores. Puede ser difícil de controlar, pero si sucede, corrígelo inmediatamente y cede la palabra a alguien más.

Hagas otras cosas en segundo plano
Como cualquier reunión, las reuniones virtuales no son el momento para ponerse al día con los mails, revisar tus redes sociales o hacer trabajo pendiente. Recuerda: estás al aire.

Olvides cerrar tu sesión al terminar
Si bien la mayoría de las plataformas desconecta a todos los invitados cuando el anfitrión finaliza la reunión, asegúrate de cerrar la ventana de la llamada.