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Bloqueadores Solares: Cinco Claves Para Proteger Mejor Tu Piel

Bloqueadores solares: cinco claves para proteger mejor tu piel

Suben las temperaturas y el uso diario de protector solar se vuelve una necesidad, sobre todo para quienes trabajan en nuestras operaciones y pasan más tiempo al aire libre. Y si bien recibimos radiación todo el año, en primavera y verano los rayos UVA y UVB nos alcanzan de manera más directa. Por eso, es fundamental proteger nuestra piel, el órgano más extenso del cuerpo humano.

Aquí resumimos algunos consejos de la Sociedad Americana del Cáncer acerca de cómo elegir un buen bloqueador solar de acuerdo a tus necesidades.

1. Asegúrate de que proteja de los rayos UVA y UVB (“de amplio espectro”): Sabemos que el sol emite rayos UVA y UVB, pero, ¿en qué se diferencian?

Los rayos UVA son los que causan el envejecimiento de las células de la piel y pueden llegar a dañar el ADN. Pueden tener efectos a largo plazo y son los causantes de las arrugas. En tanto, los rayos UVB tienen un poco más de energía que los UVA y pueden dañar directamente el ADN de las células de la piel, siendo los responsables de las quemaduras. Se cree que causan la mayoría de los cánceres de piel.

2. A mayor SPF, mayor protección: La efectividad del bloqueador solar contra los rayos UVB (no contra los UVA) se mide con el factor de protección solar, conocido por la sigla en inglés SPF (Sun Protection Factor). Según la Sociedad Americana del Cáncer, el SPF del protector solar debería ser 30 o superior. Los bloqueadores con SPF 15 filtran aproximadamente el 93% de los rayos UVB, mientras que los bloqueadores con SPF 30 filtran alrededor del 97%. Asimismo, los bloqueadores con SPF 50 filtran alrededor del 98% y los de SPF 100 aproximadamente el 99%.

Cuando se aplica correctamente, un bloqueador con SPF 30 equivale a un minuto de rayos UVB por cada 30 minutos que pasas bajo el sol. Por lo tanto, una hora en el sol con bloqueador solar SPF 30 es lo mismo que pasar dos minutos totalmente desprotegido del sol.

3. Aplícalo al menos cada dos horas durante el día: Existen diversos factores que disminuyen la eficacia de la protección de las cremas, como la sudoración, el contacto con el agua y con la arena de la playa, o el efecto de la fricción con la ropa. Por eso, se recomienda reaplicar el producto en intervalos más cortos de tiempo, como cada dos horas.

4. No uses protectores solares vencidos: Los protectores solares suelen durar entre 2 o 3 años, y deben indicar esa información en el envase. Sin embargo, aquellos que han sido expuestos al calor por mucho tiempo, por ejemplo, si se quedaron guardados en el auto el verano pasado, pierden eficacia y es mejor reemplazarlos.

5. En cualquier caso, lo mejor es limitar tu exposición directa al sol: Usar crema protectora no significa que puedas exponerte al sol todo el día. El protector solar no debe ser considerado como primera línea de defensa, sino como parte de tu sistema de protección contra el cáncer de piel, sobre todo cuando no dispones de sombra o ropa protectora como primeras opciones.

Para una relación saludable con el sol, basta una exposición de entre 10 a 15 minutos al día.

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